LOS INSULTOS Y LA AGRESIÓN PROVIENEN DESDE AFUERA DE LA CANCHA

Violencia en el futbol infantil: la situación social y la presión de los padres son las principales causas

Alrededor de 4 mil chicos de entre seis y doce años juegan cada fin de semana en casi 200 partidos que organiza la Asociación Rosarina de Futbol. En ocasiones, en algunos torneos se producen inconvenientes generados por los familiares de los jugadores

A lo largo del tiempo, el deporte se ha convertido en una de las actividades de mayor arraigo y capacidad de convocatoria. Salud, recreación, superación y competencia son algunos de los beneficios que comprende la actividad física. El ejercicio ayuda a mejorar la calidad de vida y a utilizar de manera activa el tiempo libre. Es lamentable cuando todos estos aspectos positivos del deporte, quedan opacados cuando ocurren hechos violentos que sobrepasan el campo de juego.

Estas situaciones de agresividad se vienen dando principalmente en el futbol infantil, donde juegan niños de entre seis y doce años. Padres que insultan a los árbitros cuando supuestamente sus fallos favorecen al equipo contrario, madres que gritan desaforadas a sus hijos durante los partidos y entrenadores que presionan a los chicos y los obligan a ganar y a sobreactuar infracciones. En ocasiones extremas, los padres son los que desatan una bataola de golpes e insultos.

Estas reiteradas situaciones que se producen en la liga infantil claman por una solución. Al respecto, el martes 29 de septiembre de 2009 la Asociación Rosarina de Futbol (ARF) lanzó la campaña “Ellos solo quieren divertirse” con el objetivo de suprimir la mala conducta de los padres y dirigentes en los torneos de niños. “Son situaciones especiales, difíciles de prevenir porque tienen un carácter emocional y espontáneo”, declaró el presidente de ARF Mario Giammaría al diario Crítica. Además explicó que son los padres los que de repente comienzan a gritar y a presionar al árbitro y a los chicos que están jugando. Durante el lanzamiento Giammaría aprovechó para pasarle factura a las autoridades estatales: “Nuestro clubes están asumiendo el rol de sustituir al Estado en obligaciones que le son propias e indelegables”, resaltó. Y agregó: “Aspiramos que los funcionarios apoyen el deporte no sólo con mayores presupuestos, sino también evitando desalojos y apropiaciones”.

La historia se repiteEn agosto de 2009 se registraron seis incidentes violentos en torneos locales en las categorías baby, inferiores, primer y futsal.

1_Mientras se jugaba el encuentro entre San José e Internacional de Villa Gobernador Gálvez por la primera C, un joven sacó un arma y efectuó tres disparos al aire.

2_Un jugador de la primera división del club Cafa fue arrestado por arrojar un proyectil hiriendo a una persona en la cabeza.

3_Luego del partido entre Pablo VI y Oriental, los hinchas papales atacaron al cuadro visitante dejando varios heridos.

4_El complejo infantil Malvinas de Newell´s y el predio de Griffa fueron escenarios de violencia. En ambos se jugaron los octavos de final del baby. En Malvinas se enfrentaron la categoría 98 de Alianza Sport y Rosario Central A y antes de finalizar el encuentro se pelearon todos los jugadores. Esto no terminó en la cacha, ya que los padres la siguieron en la calle con corridas y agresiones. En Griffa, los padres de la categoría 2000 de Alianza Sport y Adiur B armaron una batalla campal.
5_Dos árbitros fueron agredidos por padres de jugadores en los partidos de séptima división entre Central Córdoba y Mitre  en la predécima entre Arijón y Juan XXIII.

La violencia detrás del tejido
Las reiteradas conductas de agresión en el futbol infantil obligan a preguntarse cuáles son las causas de este fenómeno y quiénes son los responsables. La situación social actual y la presión de los padres suelen ser las respuestas más comunes.

El periodista deportivo Pablo Gavira habló sobre la presión que ejercen los padres y directores técnicos en los chicos pero sostuvo que la violencia se da siempre fuera de la cancha, con los mayores, y eso influye en el comportamiento de los jugadores. “Yo no veo la violencia en los chicos, ellos solo quieren jugar”, comentó.

Raúl López, integrante del Tribunal de Disciplina de la Liga Infantil de Futbol Amateur (Lifa) opinó: “El futbol constituye un espacio de manifestación de lo público muy importante”. Dijo que la sociedad vive una situación de violencia generalizada y esto se refleja en los niños en distintos ámbitos como el escolar y el deporte.

Asimismo resaltó que debido a la influencia que ejercen los padres, el fútbol como juego se transforma en un lugar que invita a la competencia cuando se lo practica bajo presión.

López aseguró que las suspensiones a jugares y clubes por hechos violentos aumentaron. Y señaló que las instituciones más problemáticas son Alianza Sport, Adiur B, Rosario Central A, Internacional y Cafa.

La violencia en la pantalla

“Los medios de difusión tienen un rol importantísimo en esta tarea de concientización”, declaró el titular de ARF, Giammaría. Agregó que es indispensable el trabajo en conjunto y pidió al periodismo que evite dale un “protagonismo exagerado” a los hechos de brutalidad.

Al respecto, el periodista Gavira dijo que los chicos son esponjas que absorben todo lo que ven. En consecuencia, López del Tribunal de Disciplina de la Lifa sostuvo que la violencia no se genera solo por ver jugadores discutiendo, sino que se produce cuando no hay un trabajo de contención familiar y social.