viernes, 1 de octubre de 2010

Las raíces negras del tango

Las primeras piezas relataban la esclavitud y la pobreza en la que estaba sumergida la antigua población afroamericana




El periodista y escritor Ricardo Horvath insiste en reconocer a la raza negra como una etapa importante en el proceso de formación del tango. “Muchos aseguran que el primero fue El negro shicoba (1867)”, dijo. Esta pieza cuyo ritmo original era el pasacalle (proveniente de España) fue rescatada en 1907 por una cantante de tango pero en versión habanera. Quizás esta transición esté relacionada con el traslado de la mercancía de Cuba a Argentina o España y viceversa.

Teniendo en cuenta el contexto de esclavitud y pobreza en el cual estaba sumida la antigua población negra, algunos tangos dan cuenta de su marginalidad socioeconómica. “No era casual que un personaje se pintara de negro y cantara como tal, algo querían decir”, comentó Horvath. En 1905 Gabino Ezeiza, de raza negra, cantó Patagones que hace referencia a un vendedor de escobas. Ese mismo año Ángel Villoldo escribió El negro alegre y más tarde en 1907 Arturo Denabar grabó Tangos de los negros.

Los aportes afroamericanos también están presentes en los géneros musicales: samba, milonga, tango, malambo, candombe y canyengue. Este último ritmo proviene de la voz kimbundu ‘ka-llengue’ que era como se nombraba una danza contemporánea del candombe, cultivada por los afrorrioplatenses. Bailar con canyengue equivale a bailar como los negros. También es sinónimo del swing en el jazz y destartalado en lunfardo.

“Algunos dicen que la palabra tango deriva de tambo”, declaró el periodista haciendo referencia al lugar de encuentro de los negros. Asimismo aseguró que el relato se va completando a medida que se encuentran archivos y declaró: “Es necesario reescribir la historia no solamente a parir de los documentos desaparecidos sino también de aquellos que han quedado marginados y que no se pudieron guardar”.

Sin embargo Enrique Binda y Hugo Lamas en su libro, basando su investigación en documentos policiales, refutan que el tango nació en los prostíbulos. “En 1910 -recordó Horvath-Florencio Iriarte escribió Los compadritos bailan con corte que narraba la situación en los burdeles donde concurrían los hombres de mayor poder económico”.

Luego a fines del siglo XIX emerge la figura del inmigrante y con ellos surge la rebelión a partir del canto. “Al europeo le ofrecieron el oro y el moro y cuando llegaron se dieron cuenta de que fueron engañados porque no tenían trabajo y se expresaron a través del tango”, opinó el escritor. Horvath destacó La crisis que señala lo que estaba ocurriendo en esa época según la oligarquía. En 1970 los filósofos analizan el tango desde esa perspectiva y concuerdan en que la mujer, caracterizada como la traidora en las canciones, representaba a Argentina. Tampoco era casual que la madre fuese la idolatrada ya que simbolizaba a su Europa natal.

El gaucho es otro de los personajes que aparece dentro de la historia del tango, siempre tildado de malevo en las canciones por andar armado y  por su forma característica de marchar. El periodista comentó que quizás el gaucho caminaba de forma compadrona imitando al negro, aunque otra de las causas serían las botas atada a las rodillas.
Ya comenzado el siglo XX el tango va tomando las características propias del género y se dejan de lado los cantos de rebeldía para dar lugar a la nostalgia y al fracaso. En consecuencia, Horvath rememoró la frase del cantante Daniel Vidal “El tango es una proclama implícita” acorde a la época.

“En Argentina el tango es un souvenir para los turistas”

Así definió el periodista Ricardo Horvath al género musical. Y remató: “Para Buenos Aire el tango es como la soja de la ciudad, siempre pensando en el negocio”. También señaló que los artistas deben viajar a Europa para triunfar en la música.

Horvath explicó que hay una ley que ordena que el festival de tango se realice el 11 de diciembre pero que este año se llevó a cabo en agosto aprovechando la ola de extranjeros, por lo que afirmó que el gobierno no tiene en cuenta el rol significativo que tiene la música en la identidad del país. Tal es así que la universidad del tango es testigo de la poca atención que se le da a la cultura. “La dejaron morir cuando el objetivo es introducir el tango a través de la educación”, manifestó el escritor.

Por el contrario, en un instituto de la ciudad de Luján se analiza el tango desde el punto de vista filosófico y sociológico. “Siempre se plantea como seminario pero nunca como cátedra”, señaló el periodista. En tanto en el colegio nacional de Buenos Aires se ofrece la danza como clases especiales. Horvath destacó que el género está volviendo a través del baile, como surgió. Y aunque indicó que son pocos los programas de tango que ofrecen los medios, cada vez son más los cantantes que se atreven a hablar sin miedo en sus letras sobre la realidad actual.


“No hay otro ritmo que atrape con la sensualidad y el erotismo que tiene el tango aunque es muy difícil vivir de él”, dijo Horvath. Y expresó que los músicos tienen que actuar en Europa y ganar dinero para luego volver y poder grabar sus canciones. Y concluyó en que es muy difícil que la gente adquiera de forma masiva un disco porque nadie compra lo que no conoce.

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